La Habana, Cuba. – Entre los objetivos de nuestro sistema nacional de educación se encuentra el desarrollo de una cultura para la conservación del medio ambiente y la educación para la prevención de los riesgos de desastres.

Igualmente, se instruye acerca de los peligros, vulnerabilidad y riesgos, la desertificación y sequía, conservación de la biodiversidad, así como la protección y conservación de las aguas, entre otros temas.

El Estado y sus instituciones, entre ellas el Ministerio de Educación (MINED), ha demostrado su voluntad y decisión políticas, materializadas en la práctica educacional.

También busca la reducción del riesgo mediante la educación ambiental desde cada centro de enseñanza y hacia la comunidad. Los programas y proyectos priorizados por el MINED, en escuelas y cuencas hidrográficas, áreas protegidas, zonas en riesgo de desastres y otros, están en fases de implementación y generalización.

Aprender en la escuela y en casa

La educación ambiental despierta la conciencia ambiental y logra que las personas se identifiquen con los problemas del ecosistema nuestro.

Tiene el poder de aumentar la conciencia y el conocimiento acerca de las temáticas y fenómenos ambientales; al hacerlo, le brinda herramientas a niños y jóvenes para tomar decisiones y medidas responsables.

Recordemos que una estrategia didáctica es el conjunto articulado de acciones pedagógicas y actividades programadas con una finalidad educativa, apoyadas en métodos, técnicas y recursos de enseñanza y aprendizaje que guían los pasos a seguir.

Para enseñar educación ambiental a niños, adolescentes y jóvenes se pueden visitar granjas, hacer actividades en la naturaleza, aprender a reciclar y reutilizar, participar en tareas de limpieza y hablar sobre el cuidado del medioambiente en clase y en casa.