La Habana, Cuba. – El astrónomo estadounidense Asaph Hall descubrió la luna de Marte, Deimos el 12 de agosto de 1877 —aunque las fuentes de la época, siguiendo la convención astronómica imperante antes de 1925 que establecía que el día comenzaba al mediodía, señalan el descubrimiento el día 11— con el telescopio refractor de 26 pulgadas del observatorio naval de los Estados Unidos en Washington, el más potente por entonces e inaugurado cuatro años antes. En esa época, Hall estaba buscando sistemáticamente los supuestos satélites de Marte. El 10 de agosto ya había visto uno de los satélites, pero, debido al mal tiempo, no consiguió identificarlo al día siguiente.

El nombre fue sugerencia de Henry Madan, Science Master de Eton, y recuerda a uno de los personajes que acompañan a Ares a la batalla en el libro XV de la Ilíada. Ares es el equivalente griego del dios romano Marte.

Deimos (del griego ??????, “terror”) es el más pequeño y externo de los dos satélites de Marte y uno de los satélites más pequeños que han recibido nombre, llamado así por Deimos. En rotación síncrona con el planeta, recorre una órbita casi circular, muy próxima al plano ecuatorial marciano, en 30.3 horas: un periodo ligeramente superior a la rotación del planeta rojo. Es de forma irregular. Tiene un diámetro medio de 12.4 kilómetros, una masa estimada de 14762×1015 kilogramos y una densidad media de 1471 kilogramos por metro cuadrado. Su composición, supuesta similar a la de los asteroides de tipo D?3 y los núcleos cometarios extintos, plantea serias dificultades a los estudiosos que tratan de explicar su origen.