La Habana, Cuba. – El matemático estadounidense, especialista en teoría de juegos, geometría diferencial y ecuaciones en derivadas parciales, John Forbes Nash Jr., nace en Bluefield, Virginia Occidental, Estados Unidos, el 13 de junio de 1928. Recibió el Premio Nobel de Economía en 1994 por sus aportes a la teoría de juegos y los procesos de negociación, junto a Reinhard Selten y John Harsanyi, y el Premio Abel (equivalente al Nobel en matemáticas en 2015.
Ganó una beca en el concurso George Westinghouse. En junio de 1945 se matriculó en la actual Universidad Carnegie Mellon para estudiar ingeniería química. Fue su profesor quien, dándose cuenta de su habilidad para las matemáticas, lo convenció para que se especializara en ellas. Tres años más tarde aceptó una beca de la Universidad de Princeton para el doctorado de matemáticas. La carta de recomendación contenía una única frase: “Este hombre es un genio”. En la Universidad de Princeton impartían clases Albert Einstein y John von Neumann, algo que motivó su ansia por destacar y obtener cierto reconocimiento. Inventó un juego “matemáticamente perfecto” (en el cual se basó posteriormente Hex) y en 1949 escribió un artículo titulado Puntos de equilibrio en juegos de n-personas, en el que definía el equilibrio de Nash. Con 21 años se doctoró con una tesis de menos de treinta páginas sobre juegos no cooperativos, bajo la dirección de Albert W. Tucker. Consiguió inmediatamente reconocimiento entre el resto de los especialistas y poco después comenzó a trabajar para la RAND, una institución de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos dedicada a la investigación estratégica.
En el verano de 1954 fue arrestado durante una redada policial contra homosexuales. Se casó en 1957 con una ex-alumna suya del MIT, la salvadoreña Alicia Lardé López-Harrison (1933-2015).[9] Tras un año de matrimonio se le diagnosticó esquizofrenia y todo cambió. Tras estar internado durante cincuenta días en el hospital McLean, viajó a Europa, donde intentó conseguir el estatus de refugiado político. Estuvo hospitalizado en varias ocasiones por períodos de cinco a ocho meses en varios centros psiquiátricos de New Jersey y salió creyendo que se había curado, hasta que decidió suspender su tratamiento con fármacos, lo que causó la reaparición de las alucinaciones. A punto de ser internado nuevamente, se dio cuenta de sus alucinaciones por lo que, usando la teoría de que todo problema tiene una solución, decidió resolver por su cuenta su problema psiquiátrico y así, con el paso del tiempo, aprendió a vivir con sus alucinaciones ignorándolas por completo. Sus teorías han influido en las negociaciones comerciales globales, en los avances de la biología evolutiva y en las relaciones laborales nacionales. Varios años después, Nash consiguió regresar a la universidad, donde impartió clases de matemáticas.
La película A Beautiful Mind («Una mente maravillosa», 2001) se basa en su vida y obtuvo cuatro Premios Óscar, y está basada en la novela homónima de Sylvia Nasar. publicada en 1998. En 2001 se estrenó la película homónima, dirigida por Ron Howard y protagonizada por Russell Crowe. Basada en la vida de John Nash, la película ganó cuatro premios Óscar, incluyendo la categoría de mejor película. No es una biografía exacta, ya que se encuentran ciertas diferencias entre la realidad y la ficción. A ese respecto, el propio Nash declaró: “Tiene errores y licencias, incluso en los lugares de rodaje. Por ejemplo, no se rodó en la Universidad de Princeton, que es donde yo estudié, aunque sí aparece un edificio que hace pensar en Princeton. Sin embargo, reconoce que “lo positivo fue que supo llamar la atención en todo el mundo sobre la esquizofrenia.
El 23 de mayo de 2015, Monroe, New Jersey, Estados Unidos, fallece John Forbes Nash Jr. a los 86 años junto a su esposa Alicia Lardé López-Harrison en un accidente de tránsito, justo en el viaje de regreso tras Nash haber recibido el Premio Abel de manos del Rey Harald V, en Oslo. En el momento del accidente, ambos iban en un taxi. La colisión se produjo cuando el taxi intentó adelantar a otro vehículo. Según una versión de la policía local, ninguno de los dos llevaba puesto el cinturón de seguridad, por lo que la pareja salió despedida del vehículo tras el impacto.