La Habana, Cuba. Dinamizar la producción agrícola es una urgencia del país en medio del complejo contexto actual de la pandemia de la COVID-19 y de las afectaciones por el recrudecimiento del bloqueo estadounidense.

Como parte del perfeccionamiento del sistema empresarial se implementa una estrategia económica-social que flexibiliza la gestión de la producción de alimentos, para que se hagan más visible en zonas urbanas y suburbanas.

Estas medidas y normas jurídicas son un impulso para intensificar la comercialización, potenciar nuevas formas de financiamiento y diversificar las oportunidades de cada productor en función de su rentabilidad.

Cuba necesita del apoyo de todos, por lo que tributar a la transformación del sector agroalimentario depende en gran escala de la instrumentación y alternativas que se adopten en cada municipio.