La Habana, Cuba. – Los problemas energéticos tienen al mundo entero de cabeza en estos tiempos. Se agotan las fuentes no renovables de energía, por lo que los precios se elevan. Las tecnologías para el uso de las fuentes renovables son patrimonio de los países de alto nivel industrial y su adquisición implica una inversión inicial importante. A eso se suma el cambio climático debido a la alta concentración de gases de efecto invernadero, causada fundamentalmente por la quema de combustibles fósiles. Y para completar el escenario pugnas geopolíticas en las que están involucradas varios de los grandes productores de energía.

Es en el entorno, del ahorro, el diseño y el uso eficiente de la energía, vital para la sobrevivencia de la civilización humana como la conocemos hoy día, que hay que reforzar el trabajo. El camino a la sostenibilidad, pasa por la educación de los niños y adolescentes en las buenas prácticas del uso de la energía. Es en ese sentido que va el libro que les comento hoy, “La energía y el hombre. Los primeros tiempos” de José Altshuler, publicado por la editorial Gente Nueva en el 2008.

José Altshuler es ingeniero electricista, profesor universitario, investigador de mérito y doctor en ciencias, fue presidente de la Sociedad Cubana de Historia de la Ciencia y la Tecnología y vicepresidente de la Academia de Ciencias de Cuba. Ha sido un destacado investigador y divulgador de las ciencias.

Este pequeño libro dirigido a los niños y jóvenes muestra el camino seguido por la civilización humana y por consiguiente del consumo de energía, si ellos se apropian desde pequeños de esos conocimientos podrán enfrentar los retos a los que nos vemos abocados.

Desde las páginas del volumen se realiza un breve recorrido histórico acerca del uso dado por el ser humano a los recursos energéticos que ha tenido a su disposición, y como su consumo se ha incrementado de manera constante en el tiempo. También se ilustra como se fueron descubriendo las diferentes formas de energía, se dominaron y aumento la eficiencia en su uso, desde la prehistoria hasta mediados del siglo XVIII, cuando se inicia la Revolución Industrial.

Busque este pequeño libro y regálelo a sus hijos, será una buena inversión, se lo aseguro.