La Habana, Cuba. – En octubre del año 2018 la Editorial Academia publicó el libro “Ernesto Che Guevara: matemática y electrónica”, que ofrece un acercamiento a otra arista de un hombre que puede ser considerado como dice el cantautor “un animal de galaxia”, el Che, para los cubanos. La obra muestra la relación del pensamiento y la obra guevariana con la matemática y la electrónica.

El texto consta de un prólogo de lujo, escrito por el director de la Editorial Academia, Néstor del Prado Arza, cuatro capítulos y un epílogo redactado por Mireya Vilaseca González, hija del Dr. Salvador Vilaseca, quien fuera el profesor de matemáticas del Che durante cinco años. El primer capítulo está basado en tres entrevistas que diera a la prensa Salvador; allí se dan algunos datos biográficos de Vilaseca, su encuentro con el Che y la repercusión que tuvo este en su vida.

Ese apartado nos retrata al hombre que no concebía a un dirigente sin que fuera ejemplo en el estudio. El siguiente párrafo ilustra lo planteado: cuenta el Dr. Vilaseca que llegó el momento en que le dijo al Che “Bueno, Comandante, ya yo le he transmitido a usted todo lo que sé de matemáticas. Vamos a liquidar ya el curso”. Entonces él me contestó: “No, ahora quiero que tú me des clases de Programación Lineal”. Le expliqué que yo había leído cosas de Programación Lineal, pero que nunca había dado clases de esa materia. “Bien –insistió el Che–, ¿por qué no la estudiamos juntos?” Un detalle que realza al capítulo son fotos de los libros y cuadernos utilizados por el Che, además de una amplia bibliografía para quienes deseen ganar más elementos.

El capítulo 2, “El Che y las ciencias básicas” lo escribió el académico de mérito de la Academia de Ciencias de Cuba Hugo C. Pérez Rojas, quien impartió durante diez meses clases de física al Che; aquí se expresa la visión que tenía el Guerrillero Heroico de la importancia de la física, y particularmente de la física del estado sólido, que es la base de la electrónica y la automatización, a las que le otorgaba la máxima importancia.

Tirso W. Sáenz Sánchez, quien entre otras tareas fungió como viceministro de industrias, firma el capítulo 3, “Che, el papel de las matemáticas y las modernas tecnologías para el desarrollo del socialismo en Cuba”. En él se habla sobre la concepción integral del Che sobre el desarrollo, sobre su estudio de las matemáticas, las técnicas modernas para la época, de dirección, el sistema económico presupuestario y las tecnologías de cálculo, la electrónica, la automatización y la computación.

“La vigencia del pensamiento y la obra del Che relacionados con la matemática y la electrónica” es el título del cuarto capítulo del libro y fue escrito por el Dr. Luis Ramiro Piñero Díaz, presidente de la Sociedad Cubana de Matemática y Computación, quien aborda la visión que tenía el Che sobre la importancia de la computación, a la par que presenta un resumen de la historia de la computación en Cuba y los principales desafíos en la actualidad de matemática y los matemáticos en la Isla.

El capítulo 5, “Ernesto Che Guevara, la universidad, la matemática y la electrónica para un desarrollo sostenible e inclusivo” fue elaborado por el Dr. José Luis García Cuevas, quien fuera rector de la Universidad Central Marta Abreu de las Villas (UCLV), viceministro de educación superior, y asesor del ministro del MES y recientemente fallecido. En ese capítulo se narran los primeros encuentros del Che con las universidades cubanas, el desarrollo ulterior que tuvieron estas en los campos de la computación y la electrónica, la relación de Fidel y el Che con la UCLV, la matemática y la electrónica.

El volumen culmina con un epílogo escrito por Orlando Carnota Lauzán, quien fuera directivo en el Ministerio de Industrias en la época del Che, donde sucintamente aborda el estilo de trabajo de este.

Cuando uno lee este libro se percata de que la devoción que sintieron todas las personas que trabajaron con el Che, no era el culto a un dirigente, sino el cariño y la identificación con su líder, el ejemplo que irradiaba ante cada tarea que acometía lo convertían en un paradigma.

Pese a que han pasado 55 años desde que fuera asesinado en La Higuera, Bolivia, nos sigue haciendo mucha falta. Ojalá se haga realidad un comentario hecho en el prólogo del libro, acerca de la publicación de un volumen que aborde la relación de Fidel con las matemáticas, y continúe con una serie sobre el vínculo de grandes hombres de Cuba con las ciencias; este sería un aporte importante en el afán de convertir a Cuba en un país de hombres, y mujeres, de ciencia.

Recomiendo la lectura de este texto teniendo en mente que la innovación se ha convertido en una prioridad de primer orden para el país. Aquí termino, recuerden que, si me ven por ahí, me saludan.