La Habana, Cuba. – “El alcance de la hegemonía global de Estados Unidos es ciertamente grande, pero su profundidad es superficial, limitada por restricciones tanto internas como externas”.

El conflicto militar en Ucrania trae a un primer plano el concepto de heartland y esto me hizo revisar uno de los libros más referenciados del politólogo polaco – estadounidense Zbigniew Brzezinski publicado en el 1997. “El gran tablero mundial. La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos”. Este texto ayuda a entender la lógica estadounidense en los conflictos de la potencia norteña con Rusia y China, pero que tiene como corolario el debilitamiento de Europa.

El geógrafo y geopolítico británico Harlfold John Mackinder popularizó a comienzos del siglo XX el concepto de heartland a través de su célebre máxima: “Quien gobierne Europa Central dominará el heartland; quien gobierne el heartland dominara la isla mundial (Eurasia); quien gobierne la isla mundial gobernará el mundo”. Esa doctrina es la que está detrás del juego de poderes en juego hoy en día, por lo que es importante conocerla.

El escritor nacido el 28 de marzo de 1928 en Varsovia, Polonia y fallecido el 26 de mayo de 2017 en Annandale, Virginia, Estados Unidos se consideró uno de los más prestigiosos analistas en política exterior norteamericana. Alcanzó gran notoriedad como consejero de seguridad nacional en la administración Carter (1977 – 1981).

El autor afirma que Roma ejerció su dominio en gran medida a través de una organización militar superior y del atractivo de su cultura. China se apoyó mucho en una burocracia eficiente para gobernar un imperio basado en la idea de una identidad étnica compartida, reforzando su control mediante un sentimiento de superioridad cultural muy desarrollado. La base del dominio del imperio mongol fue la combinación de unas avanzadas tácticas militares para la conquista con una predisposición a la asimilación. Los británicos (y también los españoles, neerlandeses y franceses) consiguieron la preeminencia a medida que su bandera siguió los pasos de su comercio, reforzando además su control con una organización militar superior y con la afirmación de la superioridad de su cultura. Pero ninguno de esos imperios fue realmente global. Ni siquiera Gran Bretaña fue una potencia realmente global. No controló a Europa sino, que simplemente la equilibró. Una Europa estable era crucial para preeminencia internacional británica, y la autodestrucción de Europa marcó inevitablemente, el fin de la primacía británica.

En las postrimerías del siglo XX, los Estados Unidos se convirtieron en la única superpotencia del mundo, que ya en la tercera década del siglo XXI cayo en crisis. Norteamérica no fue capaz de responder la pregunta clave: ¿Cuál debería ser la estrategia global que les hubiera permitido mantener su supuesta excepcionalidad en el mundo? Esa cuestión es la que trata de responder Brzezinski en este volumen, que aborda temas como el tablero euroasiático; la nueva situación geopolítica de Rusia; los Balcanes euroasiáticos, la caldera étnica y una geoestrategia para Eurasia; entre otros.

En el momento de escrito el libro Brzezinski planeta que los Estados Unidos tienen la supremacía en los cuatro ámbitos decisivos del poder global: en el militar su alcance global era inigualado, pero ya otros actores erosionan cada vez más ese poder y en algunos campos los estadounidenses ya no tienen la primacía; en el económico siguen siendo la principal locomotora del crecimiento global, sin embargo, China, la India y otros países deterioran el mayorazgo gringo; en el tecnológico mantienen una posicion de liderazgo mundial en los sectores punteros de la innovación; y en el cultural, pese a cierto grado de tosquedad disfrutan de un atractivo que no tiene rival, especialmente entre la juventud mundial. Todo ello da a los Estados Unidos una influencia política a la que ningún otro estado se acerca. La combinación de los cuatro ámbitos es lo que hace de los Estados Unidos la única superpotencia global.

Llegado a este punto, hay que decir 25 años despues de publicado el libro que el polaco no vio venir a China y la India como las potencias que tomarían el batón en la carrera por la hegemonía mundial. En los cuatro ámbitos mencionados en el único en el que los Estados Unidos campean por su respeto con total sin que nadie le haga sombra es en el cultural, quizas el más importante, porque no es tangible y golpea directamente en el cerebro humando creando reflejos condicionados y maniatando la reflexión.

Brzezinski remata diciendo “todo lo anterior se refuerza con el impacto masivo pero intangible de la dominación estadounidense en las comunicaciones globales, las diversiones populares y la cultura de masas y por la influencia potencialmente muy tangible de la tecnología puntera estadounidense que tiene alcance global”.

Soy del criterio que en los tempos que corren es vital leer, y más que eso, estudiar en profundidad, textos como este para conocer en profundidad cuales son las bases teóricas por las que se guía el stablishment estadounidense. El Che Guevara decía en su libro “La Guerra de Guerrillas” de 1960: “…analizar exactamente cuál es el valor de un tanque en una lucha de este tipo, cuál el de un avión, analizar cuáles son las armas del enemigo…” y después “ …si hay posibilidad de elección, debe preferir el mismo tipo que el usado por éste, pues el más grande enemigo de la guerrilla es la falta de parque, que debe proveer el contrincante…”.