Pasajeros del crucero MS Braemar expresaron su agradecimiento a Cuba

La Habana, Cuba. – Desde uno de los laterales del barco, varias personas sostienen un cartel: Te quiero Cuba, dice la leyenda escrita con tinta roja.

Poco a poco los pasajeros del crucero británico Braemar descienden a tierra en el puerto de Mariel, después de una semana de deambular por el Caribe sin que nadie les diera permiso de atraque.

Personal cubano de salud, protegido desde los pies a la cabeza, acompaña a pasajeros y tripulantes. Son poco más de un millar de personas que permanecieron atrapadas en el buque sin tener un futuro claro hasta que los gobiernos de Cuba y Gran Bretaña unieron fuerzas.

Los recién llegados abordan una caravana de guaguas de turismo que los conducen escoltados hasta el aeropuerto internacional habanero. El embajador británico, Anthony Stokes, agradece el gesto cubano, desde el mismo puerto de Mariel.

Directo a Londres

En la pista de la terminal 5 del aeropuerto internacional habanero, 4 aviones se alistan para recoger esta tarde a los pasajeros del crucero británico Braemar. Hay ajetreo porque las aeronaves están cargando combustible y todo lo necesario para llegar directamente hasta Londres.

Los vuelos deben salir de manera escalonada a partir de las 6 de la tarde, hora de Cuba, para aterrizar el jueves a las 6 y media de la mañana, hora británica. El último arribo debe ser sobre las 10 y media de la mañana, también hora de Londres.

En la capital del Reino Unido, todos los pasajeros estarán en cuarentena durante 14 días, un período en el que recibirán asistencia médica.

Pero no hay dudas de que también en esas dos semanas, como en el resto de sus vidas, recordarán el gesto altruista de Cuba.