La Habana, Cuba. – La emergencia planetaria en que nos ha sumido la Covid-19 suena como un nuevo llamado a la conciencia del mundo. Escuchemos esta vez. Si se puede. Cuba es la prueba, subrayó hoy el presidente cubano Miguel Díaz-Canel.

El mandatario cubano participó en el XXXI Período Extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que comenzó este jueves de manera virtual, en respuesta a la Covid-19.  

Díaz-Canel agradeció a la República de Azerbaiyán, que preside el Movimiento de Países No Alineados, por la iniciativa que propició la convocatoria a este período extraordinario de sesiones de la Asamblea General.

Una respuesta coordinada a la Covid-19 y sus consecuencias, sólo está en capacidad de promoverla a gran escala, este órgano, el más universal y representativo de las Naciones Unidas, aseguró el presidente cubano. 

Problemas agravados

Díaz-Canel señaló que es un hecho triste pero incontestable, que la pandemia ha exacerbado los graves problemas y colosales desafíos que enfrentaba la Humanidad.

Hablamos de guerras, incluidas las no convencionales; del uso, y amenaza del uso de la fuerza, y de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales, pero también de la ausencia o precariedad de servicios de salud, educación y seguridad social, bajo las reglas ciegas del mercado, dijo el presidente cubano.

Señaló que son visibles los signos de lo que algunos expertos califican como la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, y nadie duda que el mayor peso de la crisis recaerá sobre los países del Sur, ya afectados por el abuso neoliberal.

La deuda externa de los países en desarrollo, pagada varias veces y acrecentada por la pandemia, cortando de tajo las aspiraciones de bienestar económico y social, es impagable y deber ser condonada, subrayó. 

Contra la desigualdad

Al intervenir en la Asamblea General de la ONU, el presidente cubano abogó por el establecimiento de un orden internacional justo, democrático y equitativo para la supervivencia de la especie en un mundo cada vez más desigual.

Díaz-Canel dijo que la Covid-19 ha evidenciado el costo humano de esa desigualdad y develado la necesidad de fortalecer los sistemas de salud, propiciar acceso universal y gratuito y garantizar la distribución equitativa de recursos vitales.

El mundo mira con estupor cómo Estados Unidos, responsable del 38 por ciento del gasto militar global, es incapaz de responder por los más de 11 millones de contagiados y los más de 238 mil fallecidos en ese país, aseveró.

¿Por qué el enorme presupuesto que se dilapida en la carrera armamentista no se emplea para enfrentar esta y otras pandemias más antiguas como el hambre y la pobreza?, preguntó Díaz-Canel.  

La estrategia cubana

El presidente Miguel Díaz-Canel explicó en Naciones Unidas el Plan nacional para la prevención del nuevo coronavirus, cuya implementación, dijo, se apoya en las fortalezas de nuestro sistema de salud, de probada calidad y alcance universal y en el desarrollo científico del país.

Detalló el sistema de gestión del gobierno basado en Ciencia e Innovación, que logra su mejor resultado en los protocolos aplicados en el enfrentamiento a la Covid-19  y en la responsabilidad demostrada por nuestro pueblo.

Lo que hacemos es una expresión práctica de cómo opera el sistema social de Cuba, capaz de resolver o enfrentar exitosamente problemas muy complejos, centrando la labor del gobierno en el ser humano como prioridad, subrayó Díaz-Canel.  

El mandatario destacó que dos candidatos vacunales cubanos en fase de ensayos clínicos, están entre los 47 registrados por la Organización Mundial de la Salud. 

Vocación humanista

Fieles a nuestra vocación humanista, 53 brigadas médicas han apoyado el combate a la enfermedad en 39 países y territorios, las que se sumaron a las que prestaban servicio en 59 naciones, detalló Díaz-Canel.  

El presidente cubano afirmó que ha sido posible bajo el pesado fardo del bloqueo impuesto por Estados Unidos, de su recrudecimiento sin precedentes y de una campaña de descrédito contra nuestra cooperación médica.

Denunció esa conducta agresiva hacia Cuba, así como el anunciado intento de reimponer la Doctrina Monroe, quebrantando el Derecho Internacional.

Nuestro compromiso con los propósitos y principios que originaron esta Organización permanece inalterable. La voluntad de continuar trabajando a favor del multilateralismo, la solidaridad, la dignidad humana y la justicia social, es firme y resuelta, sentenció Díaz-Canel. en Naciones Unidas.

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