La Habana, Cuba. – El auto de la patrulla frenó suavemente y descendieron dos policías. Uno quedó junto al vehículo y el otro se dirigió hacia el grupo de personas aglomerados en la acera.

Por favor, compañeros, aléjense a la distancia establecida, dijo a voz en cuello un joven agente con amable firmeza. Algunos rezongaron, pero todos al final se movieron para estirar la fila con un metro de separación entre cada persona.

Tenemos que cuidarnos todos, por eso les pedí que se separaran, explicó cortésmente el policía, quien también se cubría la boca con un nasobuco. En la cola, varias personas asintieron con seriedad y hasta hubo quien afirmó que debía darnos vergüenza que la policía viniera a poner orden, cuando todos conocen de las medidas de protección ante la amenaza del nuevo coronavirus. Pero esa es la nueva tarea de las fuerzas policiales.

Por el orden interior

Sin dejar de cumplir otras importantes tareas, las fuerzas del Ministerio del Interior han pasado a ocupar un relevante lugar en el enfrentamiento a la pandemia del nuevo coronavirus.

Ellos no solo tienen presencia en la organización de las colas, sino que además juegan un papel muy importante a la hora de requerir a quienes han violado la cuarentena o a los indisciplinados que creen ser invulnerables a la enfermedad.

Resguardar el orden interior es la tarea fundamental del MININT y en estas circunstancias, cuando todos combatimos a un enemigo microscópico, pero mortal, la presencia de esa fuerza en la calle tiene un carácter disuasivo.

Ellos, que cada día también asumen un innegable riesgo sanitario, cuando garantizan el orden en las calles, están cuidando la vida.