La Habana, Cuba. – Por vigésima octava ocasión, el próximo  23 de junio se someterá votación en Naciones Unidas la resolución Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba.

Observadores adelantan que, una vez más, esa política quedará aislada, debido a que la inmensa mayoría de los países la repudia.

En los últimos años, el ex presidente Donald Trump se esforzó por aplicar una política de máxima presión hacia la Isla junto a un grupo de medidas sin precedentes, con especial énfasis en obstaculizar las principales fuentes de ingreso al país.

La historia de las sanciones estadounidenses hacia Cuba demuestra que la mentira es el principal recurso presente en la política exterior de Estados Unidos. Dichas sanciones han provocado numerosos y severos daños a la población y la economía cubana.

Marea que es imparable

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba rechazó de forma categórica la certificación anunciada el pasado  25 de Mayo por el Departamento de Estado de Estados Unidos, sobre la supuesta NO cooperación plena de La Habana con los esfuerzos antiterroristas de ese país.

Cuba ha sido víctima de más de 500 actos terroristas, en su mayoría organizados, financiados y ejecutados por Estados Unidos. Debido a ello, han sido afectados unos 6 mil cubanos, entre muertos y discapacitados.

Hasta ahora, los daños humanos y perjuicios económicos han sido calculados en más de 180 mil millones de dólares. A esas atrocidades, se opone el creciente movimiento internacional que rechaza el bloqueo contra Cuba.

Como han demostrado caravanas y  manifestaciones en más de 60 ciudades  del mundo, incluidas calles de Miami. Esa marea imparable dejó constancia este fin de semana.