La Habana, Cuba. – El traslado de otro grupo de indocumentados deportados por Estados Unidos a la cárcel de alta seguridad salvadoreña conocida como CECOT, recuerda la doble violación que la Casa Blanca ha estado cometiendo contra una parte del territorio cubano: esos inmigrantes no fueron trasladados a El Salvador desde suelo estadounidense, sino desde las prisiones improvisadas en la Base Naval que Estados Unidos mantiene ilegalmente en territorio ocupado en Guantánamo, lo que convirtió ese espacio en parte de la política represiva y violatoria de los derechos humanos que implementa Washington contra los migrantes.
Lo hace contra la voluntad de Cuba. Además, los traslados allí de los deportados generan un escenario de inseguridad y de riesgo que amenaza la paz, como denunció nuestro Ministerio del Exterior a fines de enero, al rechazar la medida.
Contra Cuba y Latinoamérica
El uso de ese espacio como sitio de prisión extrajudicial y centro de torturas de Washington, constituye una afrenta a la Isla y es parte de las nuevas medidas anticubanas adoptadas por Donald Trump.
La ilegal Base estadounidense en Guantánamo recibió a decenas de árabes secuestrados durante la falsa cruzada de George W. Bush contra el terrorismo, y ahora fue el primer enclave usado por Trump para encerrar a los latinos deportados.
Hasta que el presidente salvadoreño Nayib Bukele accedió a recibirlos, y encerrarlos. Aunque decenas de venezolanos llevados a la Base fueron devueltos a su país, no se sabe cuántos migrantes queden, o cuántos otros puedan ser trasladados allí pese a denuncias sobre las malas condiciones del lugar.
Mientras se mantenga la ocupación, el peligro de que Washington envilezca más esa ilegalidad, estará latente.