La Habana, Cuba. – Hace varios días fueron publicadas en la ciudad de Chicago imágenes de la cámara corporal de uno de sus policías. Muestran el asesinato del joven Anthony Álvarez, de 22 años, mientras huye del agente policial.

Las imágenes revelaron, además, a los agentes persiguiéndolo, unos en automóvil, y luego otros a pie. Ese nuevo tiroteo provocó que la alcaldesa Lori Lightfoot y otros dos funcionarios de esa ciudad solicitaran de inmediato un análisis de lo sucedido.

En el video se vio al perseguido de espalda lanzando al césped algo parecido a un arma cuando le disparaban. Sin embargo, Brendan Denijan, jefe de detectives de la Policía de Chicago, dijo a periodistas que Álvarez no tenía un arma en ese momento.

Dos semanas después, en esa misma ciudad, se produjo un segundo crimen que conmovió a sus habitantes.  

El asesinato del niño Adam Toledo

Algunos días después del asesinato del joven Anthony Álvarez, otra vez la policía de Chicago publicó videos donde se observa a un agente disparándole al niño Adam Toledo, de apenas 13 años de edad.

La Oficina Civil de Responsabilidad Policial de esa ciudad afirmó que el oficial Erick Estilman fue el autor de ese nuevo crimen. El uniformado trató de justificar que actuó en defensa propia.

Igualmente, este sábado, en un complejo hotelero en la ciudad de Grin Bey, estado de Wisconsin, un hombre armado mató a dos personas e hirió gravemente a otra en horas de la noche, y luego fue abatido por la policía.

Según datos de Gon Vaiolensa Arkaif, con sede en Washington, hasta abril pasado, Estados Unidos registró unos 72 tiroteos masivos y se estima sobrepase los 500 en diciembre.