La Habana, Cuba. – Aunque se registra una gradual disminución, el peso del grupo de empresas estatales con pérdidas sigue gravitando sobre la economía nacional.
Al cierre de 2023, 139 entidades escaparon de esa condición y dejaron atrás los números rojos, una buena noticia en medio de un panorama desolador. Sin embargo, otras 338 permanecen en la lista negra al reportar más gastos que ingresos.
Hay que aclarar que el 36 por ciento de esas entidades tienen pérdidas por el control estatal de los precios, una decisión que busca proteger al consumidor final.
Esos controles se expresan en las producciones avícolas y de aceites y harina, así como en el comercio mayorista y minorista de los alimentos que a lo largo y estrecho del país todos recibimos cada mes en la canasta familiar normada.
Sin pérdidas planificadas
No solo en el sector estatal aparecen empresas con pérdidas. Fuera de la sombrilla del Estado, 685 de las llamadas Mipymes reportaron más gastos que ingresos en el año recién concluido.
Resulta evidente que el éxito o el fracaso de cualquier entidad económica no depende de la forma de gestión, sino de una actuación más o menos eficiente. Ninguna empresa se crea para tener pérdidas, por eso planificarlas es una profunda distorsión de la realidad que urge enderezar.
Es lógico que el gobierno trate de proteger al consumidor, lo que es igual a proteger al pueblo, pero hay que pasar del control de precios para todos, al resguardo de aquellos más necesitados.
Sería un importante balón de oxígeno para la economía y de paso se solucionaría la paradoja de las empresas estatales con pérdidas.