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La Habana, Cuba. – Ni siquiera los discursos en Naciones Unidas de varios jefes de Estado han ablandado la política hostil e irracional que Estados Unidos mantiene contra Cuba.

Nadie entiende, y la ONU es escenario anual de esa incomprensión, el mantenimiento del bloqueo, principal evidencia de una larga y cruel hostilidad.

Año tras año, desde hace tres décadas, Washington recibe una abrumadora condena en Nueva York, donde incluso sus socios más cercanos votan al lado de Cuba. Es muy difícil comprender que un país sostenga una actitud tan agresiva contra una nación con la que mantiene relaciones diplomáticas.

Es una posición absurda que va contra toda lógica y que toma visos de locura cuando el actual gobierno había dicho que no compartía esa agresividad antes de asumir el mando en la Casa Blanca.

Política absurda

La inconsistencia de Washington hacia La Habana ha llegado al absurdo de sostener conversaciones con funcionarios cubanos sobre el enfrentamiento al terrorismo, mientras nos mantiene en la infame lista de países patrocinadores del terrorismo.

Y a pesar de varios pedidos en Naciones Unidas, siguen haciendo oídos sordos y por motivaciones políticas nos mantienen en un listado espurio.

El encono contra Cuba es tan grande que ni siquiera se aplica tanto ensañamiento contra países con los que Estados Unidos ha tenido un conflicto bélico con miles de muertos.

Washington tiene una loca obsesión con nuestro país y no ha dado la más mínima señal de que van a modificar una política que impacta sobre la vida de todos los cubanos y a la que no escapa ningún rincón de la economía nacional, porque ese es la insoportable pesadez de la hostilidad.