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El pueblo es el protagonista de la Feria del Libro de La Habana

La Habana, Cuba. – Construida por la metrópoli española en el Siglo XVIII, la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña es la sede anual de la Feria Internacional del Libro de La Habana y un baluarte de la cultura en Cuba.

Esa transformación no ha sido un hecho fortuito, sino la confirmación de una voluntad política de masificación de la enseñanza y la cultura.

Nosotros no le decimos al pueblo: ¡cree! Le decimos: ¡lee!, proclamó enfático Fidel, casi al triunfo mismo de la Revolución, y esa máxima ha marcado el devenir del país en los últimos 60 años.

Ha sido un camino que comenzó en la Campaña de Alfabetización, pero que no termina por el renuevo constante de una sociedad, donde el hombre está en el centro, algo que en definitiva no es más que colocar a la cultura en el ojo del huracán social.

Alquimia social

En Cuba, convertir los cuarteles en escuelas fue una decisión que trascendió lo meramente educativo. Muchas de esas instalaciones se han transformado en lugares donde el pueblo, representado por niños y adolescentes, entra en contacto con la cultura nacional y universal.

Pero esa aproximación tiene la vía más rápida en la lectura, un hábito que hay que defender y fomentar día a día para extender el horizonte espiritual de cada uno.

Aunque todos los que la visitan no necesariamente son lectores, la Feria Internacional del Libro es una fiesta de la literatura que también ha transformado a La Cabaña. El verdadero protagonista es el público que con su asistencia masiva, en una singular alquimia social, convirtió hace mucho tiempo a la centenaria fortaleza, en el epicentro del mayor evento cultural de la isla.