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La Habana, Cuba. – La Cumbre del Futuro, que se celebra desde el domingo en el contexto de la Asamblea General de la ONU, busca crear las condiciones para que el mundo pueda encarar en mejores circunstancias el mañana.

En ese deseo, merece aplausos la adopción del Pacto del Futuro, documento principal de la cita, que plantea 60 acciones no vinculantes relacionadas con el desarrollo sostenible y el financiamiento para conseguirlo; la paz y la seguridad; la ciencia, la tecnología y la innovación; la juventud y las generaciones futuras, y la transformación de la gobernanza global.

Pero todo ello será mero pronunciamiento si sigue ausente la voluntad política para cumplir con postulados aprobados antes y de manera reiterada en el marco de la ONU, como la necesidad de una nueva arquitectura financiera y de otro orden económico, el no pago de la deuda externa y la no injerencia.

El respeto a la vida, apremia

El contexto que rodea a la Cumbre del Futuro es elocuente para graficar la urgencia de que se cumplan todos los postulados aprobados hace mucho por la propia Asamblea General: Hoy no hay respeto a las normas de la convivencia internacional.

La masacre de Israel en Gaza es la mejor muestra de la inoperancia de los mecanismos existentes, que fallan ante la prepotencia de quienes, como Israel, cuentan con el apoyo del Imperio.

Es necesario pensar en la ciencia y la tecnología pero, ¿cómo hacerlo en un mundo donde todavía se reportan cientos de millones de personas que pasan hambre, faltan los recursos financieros para los países pobres, las medidas de coerción con fines políticos bloquean a naciones, y la humanidad contempla horrorizada y sin poder hacer algo, la masacre étnica contra el pueblo palestino? Es preciso resolver todo eso antes.