La Associated Press (AP) y Europa Press describieron, días atrás, la preocupante situación que existe en los Estados Unidos.

Por ejemplo, informaron que en la ciudad de Kansas, en el estado de Nueva York, transcurre un colapso de los servicios básicos que incluye la atención médica hasta el transporte público, así como la recolección de basura.

En dicho territorio está casi paralizado el servicio hospitalario de emergencias, elevadas cifras de empleados contagiados con el virus, lo que ha motivado demoras en la recolección de basura y el metro.

También cerraron las escuelas en todo el país debido a que les resulta difícil encontrar maestros para sus aulas. Ambos medios narran que la explosión actual de infecciones en los Estados Unidos ha complicado, aún más, la vida de numerosos estadounidenses desde el inicio de la pandemia.

Con un pronóstico reservado

Ante la compleja situación de los servicios básicos en Nueva York, Tom Cotter, director de Project Hope, una organización global de salud, expresó que no podían predecir lo que sucederá hasta que sean elevados los niveles de vacunación.

Para proteger a la ciudadanía decidieron que trabajaran todos los que puedan hacerlo, pero les preocupa cuánto tiempo resistirán. Asimismo, en el condado de Johnson, en Kansas, los paramédicos trabajan unas 80 horas semanales.

Las ambulancias alteran su ruta debido a que los hospitales están saturados. Incluso, en Nueva York redujeron los servicios de recolección de basura y el metro.

Allí su Autoridad Metropolitana de Transporte informó que una quinta parte de los operadores y conductores del metro, alrededor de unas mil 300 personas se encuentran inactivas.

La cuarta parte de los trabajadores del Departamento de Salubridad están en igual situación.