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La Habana, Cuba. – Ni la pandemia, ni el apretado bloqueo han detenido el trabajo parlamentario. Claro que nuestros diputados han enfrentado dificultades y hasta atrasos, pero la Asamblea Nacional, de una manera u otra, ha sorteado los obstáculos de estos casi 2 años de desgracia y también de triunfos.

Ahora, cuando el panorama es mucho mejor tras el control de la pandemia, se retoma el ritmo de la agenda legislativa, cuyas discusiones vuelvan a ser presenciales.

Y no es poco lo que tienen por delante los diputados, quienes desde hace 3 días debaten en comisiones en el Palacio de Convenciones.

Desde hoy y hasta mañana, el plenario tendrá en sus manos temas trascendentes para la vida nacional y sobre todo para la necesaria reactivación económica del país, compulsada por una inflación que merma los bolsillos de todos y complica la vida cotidiana.

Temas medulares

Tanto el primer ministro Manuel Marrero, quien rendirá cuentas a la Asamblea Nacional, como el vice premier Alejandro Gil, han sido claros en señalar la importancia de frenar el ascenso inflacionario.

Ese es un tema muy importante no solo para el Parlamento, sino para toda la sociedad, como lo son también las nuevas leyes que están sobre la mesa de trabajo de los diputados.

Mención aparte para el nuevo Código de las Familias, un texto moderno que debe pasar en breve a una discusión más amplia, como históricamente se ha hecho con legislaciones de alto impacto social.

La Asamblea Nacional vuelve a encarar asuntos medulares para la vida inmediata y futura de la nación, con el convencimiento de que tiene que seguir siendo, como pidió Cintio Vitier, un parlamento en la trinchera.