Un dramático escenario hidro-meteorológico desató el memorable ciclón Flora cuando, el 4 de octubre de 1963, penetró por la costa sur de Guantánamo con categoría dos en la actual escala Saffir- Simpson.
En diálogo con Radio Reloj, el profesor Luis Enrique Ramos, miembro de la Sociedad Meteorológica de Cuba, comentó sobre las lluvias inacabables y los vientos tempestuosos que golpearon durante cinco días unos 63 mil kilómetros cuadrados del territorio oriental.
Las lluvias de Flora superaron puntualmente los promedios históricos de un año al totalizar mil 600 milímetros, dijo, y añadió que las aguas del río Cauto se extendieron hasta 20 kilómetros más allá de su cauce habitual, arrasando todo lo que encontraron a su paso.
Entre los factores naturales que propiciaron el desastre figuró la singular trayectoria en lazo descrita por el ciclón.
Estrategia y liderazgo de Fidel
Las acciones de rescate y salvamento ante el paso del ciclón Flora, hace 60 años, se planearon en tiempo real y en el propio lugar del desastre con el liderazgo y la estrategia del Comandante en Jefe, Fidel Castro.
Recordó el historiador, Luis Enrique Ramos, que más de una vez Fidel estuvo en peligro, compartiendo el riesgo con sus compañeros más cercanos; no es metáfora decir que estuvo más de 72 horas entre las aguas de la inundación, subrayó.
El ciclón Flora dejó tras de si a mil 600 personas fallecidas, 175 evacuadas y mil millones de dólares en pérdidas económicas.
Tras aquel golpe de la naturaleza, la proyección futurista y conceptualización de Fidel traería aparejado un sistema nacional integral de protección a la población y la economía bajo el nombre institucional de Defensa Civil, concluyó el historiador.