La Habana, Cuba. – Resulta que ahora la Organización Mundial de la Salud ha tenido que salir al paso a una campaña, casi mundial, que niega la efectividad de las vacunas contra el nuevo coronavirus.
Grupos de los llamados negacionistas, entre los que aparecen personas de fama como los españoles Victoria Abril y Miguel Bosé, cuestionan la validez de los inyectables a partir de teorías descabelladas que moverían a risa, si no fuera algo tan serio.
Hay quien dice por ahí que con las vacunas se colocan minúsculos chips que permitirán a los gobiernos controlar la vida de quienes reciben el fármaco. Otros aseguran que la trasmisión de la Covid-19 se realiza mediante la nueva red de telecomunicaciones 5G, una opinión políticamente tendenciosa que apunta contra China, cuyos científicos marchan a la vanguardia en el desarrollo de esa tecnología.
Amenaza a la salud
La desinformación, que anda a lomos de lo que hoy se conoce como fake news, es una seria amenaza a la salud en estos tiempos de pandemia, porque alimenta el rechazo a la inmunización.
Las teorías negacionistas, que rondan la locura, han obligado a la Organización Mundial de la Salud a hacer alianzas con gigantes tecnológicos para enfrentar a las falsas noticias.
La OMS considera que se necesita de una rápida vacunación de todos para disminuir al máximo la transmisión. Pero las elevadas cifras mundiales de muertos y contagios que cada día inundan los informativos hablan de la dura batalla que tiene por delante la Humanidad, una lucha en la que nos jugamos la supervivencia de la especie y en la que además de las aún insuficientes vacunas, hay que lidiar no solo contra el nuevo coronavirus, sino también contra las fake news.