Todos los brasileños quieren que su selección triunfe en el Mundial de Rusia y casi la mitad desean que Lula gane las próximas elecciones.

El líder obrero, preso injustamente desde hace más de dos meses, aparece hoy como el político más popular de Brasil, con un 49 % de la intención de voto. Lula, quien presentó su candidatura presidencial desde la cárcel, aventaja en 13 puntos a su más cercano contendiente.

La candidatura se presentará de manera formal el próximo 15 de agosto ante el Tribunal Superior Electoral, que podría rechazarla con el alegato de que viola la Ley de la Ficha Limpia, por tener una condena penal.

Pero si así fuera, ese órgano tendría que revisar a decenas de candidatos condenados y autorizados a participar en elecciones anteriores, quienes hasta asumieron cargos a pesar de las penas en contra.

Jugando en desventaja

Si el Tribunal Supremo Electoral impide a Lula ser candidato presidencial, eso lo obligaría a hacer campaña, incluso desde la cárcel.

Pero el líder obrero y ex-presidente de Brasil ha sido claro en su disposición a dar batalla aunque esté en desventaja frente a rivales que desde hace meses están recorriendo el país.

A ese escollo se suma el escandaloso ninguneo del que es víctima en los medios predominantes, que ni siquiera han reportado que es el político en mejores condiciones para ganar en las elecciones del 7 de octubre venidero.

Es Brasil feliz de nuevo, es el lema de la campaña de Lula que se contrapone al hastío provocado por el gobierno de Michel Temer, que vive horas bajísimas.

Por eso, ahora los brasileños buscan la felicidad entre los resultados del Mundial y un eventual triunfo de Lula.