Compartir

La Habana, Cuba. – La verdad es que lo del presidente argentino Javier Milei ya pasa de castaño oscuro. Ahora, Buenos Aires acaba de solicitar el ingreso como socio global nada menos que de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, el caballo de batalla de Washington en Europa.

Una carta de intención entregada a la más alta dirigencia del bloque atlantista, confirmó la voluntad de la Casa Rosada de sumarse al tren militarista de Occidente.

Ese propósito forma parte de la nueva política exterior desarrollada por la Administración de Milei que dejó a un lado el multilateralismo para cerrar filas junto a Estados Unidos e Israel.

El pedido llega apenas unos días después de la reciente visita a Argentina de la jefa del Comando Sur yanqui, la Generala Laura Richardson, quien se mostró confiada en afianzar los lazos con el país suramericano.

Una nueva era

Antes de asumir el poder formal, cuando apenas era un presidente electo, Milei hizo un primer viaje a Estados Unidos para establecer una nueva era en las relaciones entre Buenos Aires y Washington.

A las puertas de la Casa Blanca proclamó el propósito de su administración de convertirse en un socio estratégico de Estados Unidos, algo muy similar a las relaciones carnales que hace años pregonó el entonces presidente Carlos Menem, quien llegó hasta a mandar soldados a la Guerra del Golfo.

Ahora, solicitar el ingreso de Argentina a la OTAN como socio global es un paso más en el mismo camino, cuando hay una gran inestabilidad mundial con varios graves conflictos armados en marcha.

Por eso, en muy mal momento, Milei está abriendo una puerta que puede conducir a Argentina a involucrarse en problemas ajenos y lejanos.