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La Habana, Cuba. – No se puede escribir la historia de Cuba sin aludir a África, un continente raigalmente ligado al nacimiento de nuestra nacionalidad.

Durante cuatro siglos, casi un millón de africanos fueron traídos a la fuerza a nuestro país para servir como mano de obra esclava. La presencia y herencia de los africanos, mezclados con españoles y chinos, dio a luz al cubano que hoy desanda el país.

El aporte de África a la cultura e idiosincrasia nacionales condiciona ahora la cercanía a ese continente, donde Fidel Castro dejó una huella imborrable, como los internacionalistas que allá fueron a liquidar el apartheid o a ayudar al desarrollo de algunas de las naciones que conforman ese vasto territorio.

Y eso explica por qué este país, como ningún otro, asumió el centenario legado que nos llegó con los primeros esclavos africanos.

Estrechos lazos

Más de 30 mil profesionales africanos se han formado en las escuelas cubanas en las últimas décadas y aún hoy más de 4 mil estudian en nuestro país.

También unos 7 mil colaboradores cubanos, la mayoría de la salud, trabajan en la actualidad en naciones de África.

La Habana mantiene relaciones diplomáticas con los 54 estados del llamado Continente Negro y 27 de ellos tienen representación diplomática en Cuba.

Esos estrechos vínculos políticos, que necesitan un impulso en el campo económico, explican la actual gira del presidente Miguel Díaz-Canel por Angola, Mozambique, Namibia y Sudáfrica. Y es que hay una larga historia que une a las dos partes en el sólido compromiso de continuar trabajando juntas donde haga falta, porque África está en el corazón de Cuba.

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