Jóvenes cubanos

La Habana, Cuba. – El actual proceso de análisis de los documentos emanados del Séptimo Congreso del Partido es una ocasión de echar un vistazo, con lente de aumento, al futuro que se diseña para el país.

En esos encuentros resulta decisiva la participación de todos, en especial de aquellos que tienen una mayor experiencia en cada ámbito. Con la sabiduría que dan los años al pie del cañón, los trabajadores de más tiempo de práctica muchas veces son quienes mejor dominan un proceso productivo, una negociación o una investigación. Nada supera el saber dónde va cada tornillo y qué función realiza, qué materia prima es mejor y cómo utilizarla, qué mercado es más accesible y que proveedor más fiable.

Por eso, ese dominio de la cotidianidad es lo que permite ofrecer conocimientos para sentar las zapata donde levantar el edificio nacional.

Mirada juvenil

Si decisiva es la visión de los más experimentados, no menos importante es la opinión de los más jóvenes.  Con toda su carga de empuje y renovación, la juventud puede aportar un necesario aire nuevo al análisis de los documentos del más reciente Congreso partidista.

Además, si esos textos diseñan el futuro, precisamente son los jóvenes los que tendrán que sostener lo que ahora se proyecta, y en eso radica la clave de su participación.

La salvaguardia de ese diseño nacional está inexorablemente ligada a la inteligencia y el esfuerzo de quienes son Los Pinos Nuevos de hoy, extrapolando una centenaria idea martiana.

El último medio siglo cubano ha demostrado que solo del análisis colectivo sale el necesario consenso, y eso es lo que ahora necesitamos para planificar el país mirando al 2030 y más allá.