Crece el rechazo en EE. UU. a una posible intervención militar en Venezuela. Altos porcentajes de ciudadanos se oponen a la campaña belicista en el Caribe, mientras cuatro senadores —tres demócratas y un republicano— impulsan una resolución que obligaría al presidente a consultar al Congreso antes de tomar cualquier decisión armada.
Los fines políticos de la cruzada estadounidense contra el narcotráfico están cada día más a la vista, así como es visible que Venezuela no es la única amenazada.
Mientras Estados Unidos sigue erizando de armas el Mar Caribe, Europa, que ya dio signos de recordar los ancestros que dejó durante la mal llamada conquista, ha abogado con latinoamericanos y caribeños por la cooperación y el respeto a la soberanía.
Las elecciones del martes en Estados Unidos para votar por gobernadores, alcaldes, jueces y cargos locales, eran consideradas una prueba de fuego y Donald Trump no la pasó
La X edición de la Cumbre de las Américas, que pretendía aislar a Cuba, Nicaragua y Venezuela, ha caído por el propio peso… de los dictados de la Casa Blanca.
El hundimiento de otra lancha en el Caribe usando satélites estadounidenses, obliga a replantearse las motivaciones detrás de estos ataques y su propósito ulterior: ¿provocar, para que las tensiones entre Estados Unidos y América Latina escalen otro peldaño y justificar una intervención militar directa en Venezuela? ¿Aterrorizar?
El debate de la Resolución cubana que exige poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra nuestro país volverá al seno de la Asamblea General los próximos días y, como cada año, suscitará uno de los momentos de mayor unanimidad.
Demandar el cese de esa política votando la Resolución que cada año presenta la Isla en la ONU, no constituye un mero acto solidario. Es el repudio al propósito de forzar la sedición de un pueblo agobiado por las penurias que ocasiona.
El triunfo de Rodrigo Paz como presidente de Bolivia, es el esperado colofón de un quinquenio durante el cual la división del Movimiento al Socialismo ha marcado su salida del gobierno luego de 20 años refundando al país.
Caracas cumple con el deber de denunciar los atropellos de Washington contra su país y los peligros que existen para el resto de la región, en la esperanza de que la comunidad internacional impida una nueva fechoría contra nuestros pueblos.
A más de 20 días de la convocatoria de la Confederación de Nacionalidades Indígenas a un paro general contra el alza en el precio de los combustibles, la medida está acompañada por manifestaciones de otros sectores que reclaman el cese de la explotación minera indiscriminada, la protección del ambiente, y mejoras en los sistemas de salud y educación, entre otras demandas.
En medio del asedio que sufre Venezuela, y de las amenazas de invasión de Donald Trump, conferir el Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado se revela como otro ataque a su país, y una nueva muestra de la inmoralidad que asfixia al planeta.
La solicitud de una reunión urgente del Consejo de Seguridad por el Representante del gobierno bolivariano ante la ONU el jueves, reflejó las tensiones que vive su país ante lo que denunció como la probabilidad de un ataque armado por parte de Estados Unidos que puede ocurrir en muy corto plazo.
Caracas suscribió convenios con Beijing y Moscú que amplían la colaboración bilateral con ambas potencias emergentes, las que marcan el paso hacia la multipolaridad; pero esos acuerdos también envían a la Casa Blanca un mensaje: Venezuela no está sola.
EL tácito anuncio de Trump de que su país podría iniciar operaciones terrestres, supuestamente, contra el narcotráfico, es la descarada confesión de que está dispuesto a burlar la soberanía de las naciones del sur del continente bajo la vieja y revitalizada excusa de que lucha contra las drogas.
El sobrevuelo de aviones Caza de Estados Unidos a 75 kilómetros de las costas venezolanas, en la denominada Región de Información de Vuelo del principal aeropuerto de la nación bolivariana, en Maiquetía, añade tensiones a una situación grave, cuando una agresión de Washington contra Caracas no sorprendería.
El acto contra el bloqueo celebrado el sábado en un teatro de Manhattan, en Nueva York, constituye la muestra más reciente de la oposición mundial al criminal cerco estadounidense.
Por segunda ocasión, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, ahora por medio de sus cancilleres, condenó este lunes su despliegue bélico en el Mar Caribe, y denunció el peligro que representa para la estabilidad de una región que desde 2014 se proclamó como Zona de Paz.