Cuando se le pregunta por Cuba es capaz de correr con la palabra para precisar: “siempre he dicho que me debo a mi pueblo. Y eso me lo inculcó mi madre, mi entrenador Blas Beato y Fidel”.
Cuando se le pregunta por Cuba es capaz de correr con la palabra para precisar: “siempre he dicho que me debo a mi pueblo. Y eso me lo inculcó mi madre, mi entrenador Blas Beato y Fidel”.
Cualquiera se vuelve sordo con los ruidos de La Habana. ¿Cómo dice? ¡Hable más alto! ¡Es que no le escucho nada!
¿Cómo es posible hacer el propio enfermo la enfermedad, realizarla, ejecutarla, concebirla…? Tan disparatado es ese uso como el del cirujano que al salir del quirófano dice que “hizo una apendicitis”, en lugar de expresar que trató, eliminó, operó, extirpó un apéndice.
Además del 30 de julio, Día de los Mártires de la Revolución, otros hechos importantes que ocurrieron en este mes, en 1961.
Si lo desea puede adornarlos con pedacitos de pimientos verdes y rojos asados, ramitas de perejil u otro vegetal.
¿Es que acaso en un acto de protesta la muchedumbre podía estar compuesta por otra especie que no fuera humana?
Vivimos en un país donde los actos violentos contra niños y mujeres a todos causan desprecio, un país en que un suicida es un cadáver, un muerto, y no la muerte de muchos y un colectivo sepelio.
Junto a la venta de gran diversidad de textiles, productos de orfebrería y cerámica, Arte en la Rampa ofrece, en La Pérgola, una programación que incluye Trova, los martes y los viernes; Jazz los jueves; y música campesina los domingos.
El intensificado trato con otros pueblos latinoamericanos y caribeños, más la conocida tendencia de muchos cubanos a la imitación de lo foráneo, ha introducido en Cuba el uso del adverbio recién ante verbos, que –aunque no se atiene a la convención académica- tampoco debe censurarse como incorrecto.
La Habana, Cuba.- Esta semana complacemos peticiones de oyentes que quieren saber cómo se hacen las torrejas. Para diez raciones necesitamos una flauta de pan, un litro de leche, tres cucharadas de vino seco, dos cucharaditas de canela en polvo, tres huevos y aceite para freír. Quitamos la corteza al pan y lo cortamos en […]