Compartir

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (RABASF) es una institución integrada en el Instituto de España. Fue creada por Real Decreto de 12 de abril de 1752 y su sede está en la ciudad de Madrid, España.

Es posible que el incendio del Alcázar en 1734, con la consiguiente necesidad de construir un nuevo palacio y dotarlo de una decoración y obras de arte apropiados, impulsara su creación, a instancias de las deliberaciones entre el secretario del despacho de Estado, el marqués de Villarías, y el escultor de la Casa Real, Juan Domingo Olivieri. Entre el alumnado, luego famoso, que pasó por sus aulas, se cuentan Juan Luna y Novicio, Fernando Amorsolo, el músico Felip Pedrell, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Remedios Varo, Antonio López García, Chus Lampreave, el diseñador de moda Óscar de la Renta, Ricardo Macarrón, Fernando Botero, Kiko Argüello, y otros. Francisco de Goya es seguramente el artista más ilustre vinculado a la institución, si bien no fue alumno de ella, sino académico y profesor de Pintura. Su relación con la Real Academia no fue siempre exitosa y fácil, ya que su libertad creativa colisionaba con el criterio predominante.

La Academia guarda también una riquísima colección de dibujos, una de las primeras de España, con más de quince mil hojas. Cubren del siglo XVI al XX, y los fondos más importantes son los del XVII y XVIII, en especial de la escuela española e italiana, aunque también hay algunos ejemplos de otras escuelas europeas, en particular la flamenca (Rubens) y la francesa. Singularmente destacables son el Retrato del cardenal Borja, uno de los cuatro únicos dibujos de Velázquez que se conservan, y el conjunto de José de Ribera. De su vastísima colección de dibujos del siglo XIX sobresalen los conservados del pintor madrileño Eduardo Rosales.

El museo exhibe asimismo esculturas, principalmente del siglo XVIII en adelante, entre las cuales destaca un Cristo crucificado en madera, a tamaño mayor que el natural, que se atribuye a Pompeo Leoni. Hay también una colección de vaciados en yeso (gipsoteca) de esculturas romanas, varios de ellos traídos por Velázquez y que entrañan por ello extraordinario interés. Mención especial merece el vaciado de la Puerta del Paraíso que Ghiberti esculpió para el Baptisterio de Florencia. La realización de este proyecto fue dirigida por Mengs, quien por entonces (1772) trabajaba al servicio de Carlos III. La restauración de la monumental pieza (558 × 314 centímetros) que tuvo lugar en 2002 puso de manifiesto la excelente calidad del yeso utilizado para su confección. Como resultado de donaciones, el museo exhibe además algunas estatuillas egipcias de metal, así como cerámicas y jades orientales.

Referencias.