Fidel siempre participó de manera activa en las elecciones

La Habana, Cuba. – Se notó más la ausencia de Fidel el último domingo. El líder histórico de la Revolución, en las peores condiciones de salud, siempre participó en el proceso electoral como uno más.

Cuando limitado por la edad no pudo asistir a votar personalmente, lo hizo desde su domicilio, como establece la Ley. Cada vez que las circunstancias lo requirieron, un pionero depositó el sufragio del Comandante en el Colegio Uno del municipio habanero de Plaza de la Revolución.

¡Cómo no iba a participar el principal arquitecto del sistema político cubano! Para Fidel, votar era una inexcusable expresión de civismo, que en su caso personal estaba ligada a la creación del Poder Popular. El novedoso sistema de gobierno instaurado en Cuba desde 1976 por primera vez colocó al hombre en el centro del accionar de los órganos decisorios.

Los pilares del poder

Es el mérito, exclusivamente el mérito, la capacidad, la modestia, la entrega total al trabajo, a la Revolución y la causa del pueblo lo que determina la confianza que la sociedad otorga a cualquiera de sus hijos, decía Fidel en la instalación de la primera Asamblea Nacional, hace 41 años.

Ese llamamiento estaba en línea con el pedido de Raúl, meses antes, cuando aclaraba que la máxima autoridad no la tiene el delegado elegido, sino el conjunto de los electores que le otorgan el mandato para que los represente.

Esas dos afirmaciones siguen siendo hoy la columna vertebral del Poder Popular, un sistema de gobierno que busca adaptarse a las nuevas circunstancias que vive la nación y que constituye el cimiento sobre el que descansa el edificio de nuestro modelo político, un modelo inclusivo que destaca en estos días en que recordamos a Fidel.