La Habana, Cuba. – «Lo más importante habrá de ser su consagración total al más noble y humano de los oficios: salvar vidas y preservar salud. Más que médicos, serán celosos guardianes de lo más preciado del ser humano; apóstoles y creadores de un mundo más humano».
Así expresó el Comandante en Jefe, Fidel Castro, de los profesionales de la salud formados en Cuba, quienes han sido luz y esperanza para el mundo. Entregando lo mejor de sí a los pacientes, celebra hoy nuestro ejército de batas blancas el Día de la Medicina Latinoamericana.
La fecha está en estrecha conexión con el país, pues es el natalicio del eminente científico Carlos Juan Finlay, descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla.
En estos años de duro e intenso combate a la COVID-19, nuestro personal de la salud, con gran profesionalidad y entrega, ha estado en la primera línea salvando vidas, arriesgando las suyas.
Abrazo agradecido
Como afirmara el Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, nuestros consagrados trabajadores de la Salud son orgullo de una nación formada en el ideario martiano de que Patria es Humanidad.
Para contener a la COVID-19, el personal sanitario, sin detenerse, ha trabajado muy duro, con dedicación y humanismo, en cada hospital, laboratorio, centro de aislamiento, vacunatorio, en zona roja.
Allí ofrecen todo su conocimiento y esfuerzo por salvar vidas en el país, donde la salud es un derecho de todos, y en otras partes del mundo.
Hoy, Día de la Medicina Latinoamericana, es momento oportuno para el agradecimiento y reconocer la entrega diaria de esos profesionales, quienes contribuyen a que Cuba solidaria viva y renazca. Estamos muy orgullosos de ustedes. Gracias, celosos guardianes de lo más preciado del ser humano.