Tokio, Japón. – Los cubanos no pierden el tiempo en la Villa Olímpica y mantienen el trabajo previsto de acuerdo con las restrictivas condiciones existentes, mientras se adaptan a la diferencia horaria entre nuestro país y la capital de Japón, sede de los demorados Juegos Olímpico de Tokio 2020.
Es un proceso al que están acostumbrados entrenadores y atletas, sabedores de que se necesita una etapa de adaptación, al mismo tiempo hay que mantener una forma deportiva óptima.
De manera paralela, el contingente deportivo cubano mantiene las necesarias medidas sanitarias para los contagios con el nuevo coronavirus, una posibilidad presente, como recién ocurrió con tres miembros de la delegación de Sudáfrica.
El Comité Organizador de la Olimpiada informó que ahora suman 10 los casos detectados como positivos a la Covid-19, aunque los demás se encuentran alojados fuera de la Villa Olímpica.
Sin público
Apenas un millar de personas podrán estar como espectadores en el Estadio Olímpico durante la inauguración el viernes de los demorados Juegos Olímpicos de Tokio 2020, diferidos un año como consecuencia de la pandemia.
Muy solos se deberán sentir esos participantes, entre los que estará el emperador japonés Naruhito, pues el estadio tiene capacidad para 68 mil personas, pero las necesarias restricciones sanitarias impiden una asistencia masiva.
Para conjurar la soledad, el Comité Organizador ha previsto utilizar durante las competencias sonidos grabados que atenúen entre los deportistas la sensación de vacío en la inmensidad de las instalaciones.
Por otro lado, en Tokio han continuado las protestas públicas contra la realización de la Olimpiada, algo a lo que se opone entre el 60 y 80 por ciento de los japoneses, de acuerdo con algunas encuestas.