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La Habana, Cuba. – Hace hoy un quinquenio que La Habana y Washington restablecieron relaciones diplomáticas, después de 54 años de haber sido rotas por la Casa Blanca.

La decisión de retomar los lazos, que en el fondo fue una victoria política cubana y el reconocimiento tácito al fracaso de Estados Unidos, fue vista por muchos como una puerta abierta a la convivencia civilizada.

Y así pareció ser durante un breve tiempo, aunque el bloqueo seguía siendo una guillotina afilada a la espera de caer.

Pero no se puede negar que hubo avances en los 2 años iniciales, cuando incluso por primera vez en la historia se abstuvieron al votar en Naciones Unidas la resolución cubana contra el bloqueo, aunque eso no significó que lo eliminaran. Era una contradicción porque la Administración Obama seguía poniendo multas sin piedad.

Apretado cerco

Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos nunca estuvieron del todo bien, pero se acabaron de torcer cuando Trump entró en la Oficina Oval con una visión política de derecha, nacionalista y conservadora.

Cuba cayó bajo el fuego graneado de un grupo que no solo quiere desmontar todo lo que hizo la administración Obama, sino que busca retomar la hegemonía regional.

Así, se activó totalmente la Ley Helms-Burton, trataron de impedir la llegada de petróleo y hasta se rompió un acuerdo para que nuestros peloteros jugaran en Grandes Ligas.

También el turismo sufrió por la suspensión de los viajes de cruceros y de los vuelos de las aerolíneas. Y esas son solo algunas de las medidas que han aplicado para dañarnos, incluso en tiempos de pandemia, y que hacen muy ásperos estos 5 años de relaciones con bloqueo.