La Habana, Cuba. – Más allá de los dramáticos efectos sanitarios del nuevo coronavirus, Colombia vive atrapada en un modelo neoliberal que desde hace mucho tiempo genera problemas sociales y económicos.

Como la mayoría de los países latinoamericanos, el estado colombiano tiene un frágil sistema de salud, desmantelado hace décadas por medidas keynesianas y que ahora es incapaz de enfrentar el impacto de la nueva pandemia.

Por eso, el gobierno de Iván Duque anda correteando en busca de equipos de urgencia y más capacidades hospitalarias, ante la posibilidad de que aumente el número de enfermos, que supera el millar con 19 muertos.

Y es que el sistema sanitario colombiano hace tiempo que dejó de atender pacientes para empezar a recibir clientes como si los hospitales fueran las nuevas shoppings del neoliberalismo.

Golpes a la sociedad

La caída de los precios del petróleo es hasta ahora el golpe más duro a la economía de Colombia, aunque en lo interno la afectación es mucho mayor. Según una encuesta oficial, el 64 por ciento de los trabajadores temen perder sus empleos por la actual crisis sanitaria. Y es que el propio gobierno admite que el 48 por ciento de la masa laboral del país tiene empleos informales, los más vulnerables ante la cuarentena gubernamental.

Desde el punto de vista social, hay un aumento casi exponencial de los desahucios en plena pandemia, lo que hace que crezca el número de personas sin hogar y aumente la posibilidad de contagio.

Colombia, estrecha aliada de Estados Unidos y enemiga acérrima de la Revolución Bolivariana, enfrenta la pandemia inoculada con el viejo virus del neoliberalismo.