La IV Feria de Negocios concluye este jueves en La Habana.

La Habana, Cuba.- El turismo, que desde hace muchos años es el sector más dinámico de la economía cubana, parece retomar un segundo aire y se lanza hacia delante como una locomotora que pretende arrastrar a la industria nacional en un indispensable empujón productivo.

“Es imprescindible promover a la industria nacional en función del turismo”, afirmó el viceministro primero de Finanzas y precios Alejandro Gil, al intervenir, por estos dias, en la IV Feria de Negocios de Cuba, que reunió a 262 empresas estatales, 15 mixtas y 8 cooperativas no agropecuarias.

Gil señaló además que esa “es una estrategia del país que va generando empleos que favorecen a todos los actores económicos implicados en el proceso productivo, incluidos los no estatales”.

Del mismo modo, el viceministro primero del MINTUR destacó el potencial de desarrollo de esa industria que ofrece garantía de sostenibilidad y amplias perspectivas para las empresas nacionales.

Durante el pasado año, cerca del 64 por ciento de los gastos de operaciones que ejecutan anualmente las entidades turísticas se realizaron con empresas cubanas, por un monto superior a los 311 millones de pesos (igual en dólares al cambio oficial).

“Hay una participación importante de la industria nacional dentro del turismo”, afirmó el funcionario quien destacó las inversiones que se realizan en empresas nacionales “para ponerse en mejores condiciones de satisfacer la creciente demanda” de la llamada Industria del ocio.

Gil explicó que la demanda del turismo es creciente y obliga al desarrollo de la infraestructura productiva nacional, lo que abre una ventana de oportunidades.

No obstante, señaló que si crece la demanda del turismo a un mayor ritmo que a la capacidad que tiene la industria de dar respuesta, “aún cuando produzcamos más”, se puede ampliar la brecha a favor de las importaciones.

Pero ya se dan los primeros pasos en el necesario encadenamiento sectorial con los ministerios de la Agricultura y de la Industria Alimentaria, así como el Grupo Empresarial de la Industria Ligera.

En ese sentido, el MINAG se destaca con la venta de 128 productos, entre ellos viandas, hortalizas, frutas cítricas y no cítricas, así como jugos, conservas, granos y carnes.

Como experiencia que crece se abrieron tres primeros Merca-hostales, puntos de ventas que hasta ahora solo existen en Santiago de Cuba, Trinidad y Remedios, para vender productos  del agro a los arrendadores particulares en una red que este año aumentará hasta 12 en todo el país.

También la Industria Ligera ha logrado asegurar un amplio surtido de insumos que le ha permitido aumentar en un 12 por ciento las ventas al turismo, iniciadas en 2012, aunque aún no pueden satisfacer la demanda de uniformes y toallas.

La Industria Alimentaria, por su parte, mantiene una tendencia creciente con un aumento de las ventas de hasta el 25 por ciento cada año, que augura un buen futuro para los productos “Made in Cuba”.

El MINTUR impulsa un gran plan de desarrollo hasta 2030 que resulta un incentivo para la industria local que puede convertirse en el primer suministrador de artículos cuya importación en la actualidad constituye una importante erogación de divisas para una economía que vive horas bajas.

El turismo, cuyos límites parecen no tener fin, tiene un efecto de arrastre sobre el resto de la economía nacional, incluso sobre actores que están fuera de la sombrilla estatal, como las cooperativas y los cuentapropistas,  que también tienen la oportunidad de enganchar su vagón a esa locomotora que avanza desde las playas.