El secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, apeló a los ataques y la retórica injerencista sobre Cuba al anunciar una nueva medida contra la Isla, y en ese ejercicio calló o tergiversó varios temas.

El jefe de la diplomacia del presidente Donald Trump anunció que a partir del 2 de mayo La Casa Blanca permitirá la entrada en vigor de forma completa del Título III de la Ley Helms-Burton, aprobada para recrudecer el bloqueo impuesto a Cuba.

A través de ese apartado, nacionales de Estados Unidos podrán llevar a la corte de este país a personas o empresas, incluyendo de terceros países, que invierten en el territorio cubano en propiedades nacionalizadas por la Revolución.

Pompeo repitió la justificación de que las medidas norteamericanas son en nombre del pueblo cubano, cuando la gran mayoría de los habitantes de la Isla apoyaron el acercamiento iniciado bajo el ejecutivo previo.