Luis Almagro actúa como agente de Estados Unidos en la OEA

La Habana, Cuba. – Volvió a arremeter contra Venezuela la Organización de Estados Americanos, la OEA, de amargo recuerdo para los cubanos.

Con el desbocado liderazgo de Estados Unidos, esa desprestigiada entidad regional aprobó una resolución contra la Revolución Bolivariana que, vista de manera superficial, sería solo una más en una larga seguidilla de ataques contra Caracas. Sin embargo, lo más peligroso de ese texto es el pedido de aplicar un par de artículos de la llamada Carta Interamericana que establecen la posibilidad de una intervención militar en un Estado miembro.

Así, los 19 países que respaldaron la resolución, apoyaron una eventual agresión militar contra Venezuela, el sueño dorado de la Casa Blanca de Trump, quien está ilusionado con el fin del chavismo en una agresiva carambola política que en última instancia incluye a Cuba.

Contra los indios

Como Cuba está fuera y además ha demostrado la capacidad de resistir de todo, ahora el blanco de la OEA es Venezuela, cuyo ejemplo de soberanía no hace feliz a nadie al Norte del Río Bravo.

La Secretaría general del uruguayo Luis Almagro ha sido una especie de retablo político en el que muchos han actuado como marionetas del poder imperial.

Esa es una de las razones por las que el gobierno venezolano avanza un proceso de salida de esa entidad, que históricamente ha jugado contra los indios, en el bando de los cowboys.

Con mucha certeza, la OEA una vez fue calificada por Raúl Roa como Ministerio de Colonias de Estados Unidos, una definición que ha resistido el paso del tiempo, y los hechos lo demuestran, porque esa organización, aunque la vistan de seda, lo mismo siempre será.