Bolsonaro recibe miles de criticas por el escándalo de Moro

La Habana, Cuba. – Y pasó lo que muchos sabíamos y otros intuían, Lula fue víctima de una maraña legal de la derecha brasileña para evitar su regreso al Palacio de Planalto.

El hoy ministro de Justicia, Sergio Moro, flamante acusador del expresidente de Brasil, está en el ojo del huracán mediático y político. La denuncia de un sitio digital sugiere que el juez ayudaba a la acusación antes del proceso contra el exmandatario, con lo que hay elementos para pedir la anulación del juicio que llevó al líder del Partido de los Trabajadores a la cárcel hace un año.

El ahora ministro de la Administración Bolsonaro incluso recibe puntazos de antiguos aliados que le reclaman apartarse del cargo hasta que se investigue lo sucedido.

Mientras, Brasil está en vilo hasta la semana próxima, cuando Moro dará su versión de los hechos ante el Congreso.

A la riposta

Con la ventaja política de su lado, ahora Lula optó por dar pasos seguros, sin apresurarse en los recursos ante la justicia.

Mientras tanto sus enemigos Jair Bolsonaro y Sergio Moro evalúan los daños provocados por el escándalo. Ya muchos califican el suceso como el Morogate, y lo consideran como un golpe directo a la mandíbula de un gobierno que aún no reacciona ante las denuncias periodísticas.

El líder del PT todavía no puede cantar victoria, pero las consecuencias del escándalo pueden ser devastadoras para la Administración, que perdió más de un tercio de la aceptación en seis meses de gestión.

Lo peor para el gobierno derechista brasileño es que se avizoran nuevas revelaciones en el caso Lava Jato y hay aires de tormenta sobre el horizonte brasileño.