La Habana, Cuba. – Importante es la labor de la Escuela Cubana de Wushu y Chigung, la cual combina las artes marciales con la tradición china de preservar la salud.

Rafael Alonso Sánchez, uno de sus alumnos y actualmente profesor de la disciplina, cuenta a esta emisora sobre los beneficios de la práctica del Wushu y Qigong y cómo el trabajo liderado por el maestro Roberto Vargas Lee ha llegado hasta barrios vulnerables, donde muchachos con trastornos de la personalidad han logrado modificar el comportamiento y forma de pensar a través de estos ejercicios provenientes del gigante asiático.

Rafael Alonso Sánchez, profesor de la disciplina

“Con estos niños y adolescentes se conversa muchísimo, y en la socialización que establecen con los otros alumnos de la escuela, van adquiriendo valores y otros patrones de conducta, al punto de mejorar hasta sus índices académicos”, puntualiza Alonso. Y agrega: “Las personas ven las artes marciales como golpes, estrellones y patadas; y no, es también mucha disciplina, y eso acompaña a la milenaria tradición de Qigung”.

De mantener esa constancia depende que se cumpla la premisa de esta tradición china: el ajuste del cuerpo, de la mente y de la respiración. Y es que con esos ejercicios armoniosos se trabajan los meridianos de energía del cuerpo; por ello, ante una buena ejecución y sistematicidad, el organismo se equilibra, la salud aumenta y se evitan las enfermedades. Algo muy favorable para los adultos mayores que acuden al centro por recomendación del médico de la familia o de un conocido.

Llama la atención la confluencia de personas de diversas edades en los horarios de 8 y media a 10 y media de la mañana, y de 6 a 7 de la tarde, propicio para el intercambio de saberes.

Consagrado a una disciplina

Varios son los ejercicios que componen las clases de Wushu y Qigong en la escuela ubicada en la calle Manrique y Dragones. Las rutinas aprendidas conforman las presentaciones en los eventos a que es convocado el centro.

“Como novedad, en los últimos tiempos se ha incorporado alguna que otra técnica de arte marcial, por idea del maestro Vargas Lee”, explica Rafael Alonso, quien ya suma 26 años dedicados a este arte milenario y varios eventos internacionales en la hermana República Popular China.

En 2006 Alonso quedó en segundo lugar de la competencia; en 2007, en el octavo por equipo, en tanto hace 10 años coronó con dos preseas doradas y una de plata, también por equipo. Medallas que lo comprometen a dar lo mejor de sí a una institución que lo formó e insta a superarse día a día.