La Habana, Cuba. – Obsequiar el abrazo más acogedor y el beso más dulce no es una opción de regalos de cumpleaños en esta época donde el nasobuco sustituyó a la mejor de las sonrisas.

Las invitaciones a las fiestas se quedarán en una gaveta sin fecha aún, hasta que la Covid-19 deje de amenazar la vida. Las familias se quedarán en sus casas, y desde la distancia enviarán sus felicitaciones, no faltarán las emocionantes dedicatorias en las redes sociales, con sus más variados y auténticos diseños.

Las llamadas telefónicas para felicitar al agasajado en esta ocasión serán muchas, el amigo de la escuela, el vecino de los bajos, la compañera de trabajo, los abuelos que por primera vez faltan al festejo.

El cake de cumpleaños se picará solo con los que viven en el hogar y la vela será apagada con el más fuerte de los deseos. Y en ese momento de silencio se escuchará a lo lejos “Feliz Cumpleaños“.