Unas 10 horas diarias de sueño son beneficiosas para evitar la obesidad infantil, concluyen especialistas en un estudio sobre hábitos alimentarios en esa etapa de la vida.

Un descanso inadecuado provoca alteraciones en las hormonas del apetito lo que conlleva al sobrepeso, destacan los investigadores.

Los niños que duermen bien tienen menos incidencia de obesidad y 8 horas no son suficientes para un sueño reparador en la infancia, explican los expertos.

Para una buena higiene del sueño recomiendan 1 hora adicional diaria, es importante, además, no disponer de televisores en las habitaciones ni ver películas o programas que estimulen la actividad cerebral.

La falta de descanso influye en varias de las hormonas reguladoras del apetito, al aumentar la producción de grelina, estimulante del deseo de comer, disminuye la leptina, encargada de suprimir el hambre.