La Habana, Cuba. – Más de 300 especies endémicas de flora y una prolífera fauna quedaron bajo protección del Estado y la sociedad en el Parque Natural Pico Cristal.

Su condición de Monumento Nacional reafirma la obligatoriedad de su custodia por las personas jurídicas y naturales, al restringir todas las acciones que puedan atentar contra la supervivencia de las especies y su entorno paisajístico.

Pionero desde 1930, como área protegida, declarada por decreto presidencial que reconocía su importancia cual reserva forestal y el grado de conservación de sus bosques de pinares.

Al declararlo monumento de la nación, la Comisión Nacional de Monumentos, presidida entonces por el doctor Eusebio Leal, depositó en el pueblo de Cuba y sus instituciones la misión de su cuidado.

Refugio del Almiquí

Situado en el territorio holguinero de Mayarí, el Parque Nacional Pico Cristal, abarca más de 18 mil 500 hectáreas del macizo montañoso Sagua-Nipe-Baracoa, entre los ríos Cabonico, Levisa y Miguel, limitado al Sur por el municipio de Segundo Frente.

Predominan suelos ferríticos púrpura, de acidez natural, evaluados como poco productivos para actividades agrícolas no forestales, aunque se indican las áreas recomendables para cultivos de autoconsumo del propio parque.

Entre sus especies más pródigas se señalan insectos, arácnidos, aves, reptiles y moluscos, y aunque los peces no son un atractivo de la región, se mencionan la biajaca, el mapo, la guabina y el dajao.

El reino honra como princesas a las jutías conga, andaraz y carabalí, y al almiquí Solenodum Cubanus cual príncipe, que dominan el Pico Cristal y sus mil 230 metros de altitud.