Sin el Moncada no tendríamos lo que tenemos hoy, (…) y tuvimos un Moncada porque tuvimos a ese Fidel tan grande; yo lo veo así; no me he arrepentido, nunca me podré arrepentir.

Así expresaba la heroína Melba Hernández su admiración por el líder de la Revolución y reafirmaba, también, los ideales revolucionarios que la llevaron a participar junto a Haydee Santamaría en la histórica gesta.

Cuando se cumplen 100 años de su natalicio, sus palabras cobran vigencia en los cubanos que afirman: Mi Moncada, hoy. A Melba, la recordamos como ejemplo de mujer cubana y revolucionaria, fundadora del Partido Comunista de Cuba y miembro de su Comité Central.

Sencilla y comunicativa, ella entregó su corazón a la obra revolucionaria, primero en las luchas insurreccionales, y tras el triunfo del Primero de Enero, en la construcción de la nueva sociedad.