La naturaleza ha puesto peligrosos venenos en animales como método de autodefensa. Entre ellos se encuentra el Pez globo, ubicado en las aguas cercanas a Japón, China, Filipinas y México, especie que contiene una potente toxina en el hígado.
Cuando un humano es víctima de ese veneno puede sentir sensación de hormigueo, ardor en la boca, náuseas, dolor de cabeza y afectaciones en el habla y la coordinación.
También de tamaño pequeño, la Rana dardo vive en el Sur y Centro América, así como en Hawai. Su tóxico se encuentra en las glándulas y los efectos que produce bloquean las señales nerviosas hasta paralizar los músculos y producir el fallecimiento.
El taipán del interior es la denominación de la serpiente más venenosa del mundo. Habita en Australia y puede matar a una persona en tan solo 45 minutos. Las arañas errantes brasileñas contienen una alta dosis de serotonina.