La Habana, Cuba. – Aquí vengo a reclamar que la ley Helms-Burton cese y cese el cerco bestial que Washington nos mantiene; que aquella base naval de Guantánamo se cierre, para que mi geografía en la isla se complete.

Que a Cuba y a Venezuela y a Nicaragua respeten, porque son naciones libres, que no han de acatar las leyes que controlan y regulan a los estadounidenses.

Que no se arrojen más bombas allí donde un niño duerme, donde crece la esperanza y los amores florecen. Que Trump y su camarilla de Playa Girón se acuerden, y aunque en los tiempos actuales son de uranio los cohetes, y las ojivas nucleares amenazantes agreden, mi pueblo no se retracta ni a las amenazas teme: los principios que esgrimimos ni se ocultan ni se venden.

Hace más de cinco décadas, frente al asedio más fuerte, proclamamos para siempre un eterno Patria o Muerte.