La Habana, Cuba. – Para que ciencia y cultura sean la fuerza motriz del socialismo cubano, del futuro del país, y que no sirva el pasado de modelo al porvenir, y disfrute cada niño del derecho a ser feliz y pueda expandirse plena la potencia juvenil.

Para que la vida sea un arcoíris sin gris, sin amenazas de muerte ni la sombra de un misil, y permanezca indeleble el espíritu mambí con la bandera sagrada de rojo y azul turquí, y se grabe en bronce eterno que nadie se rinde aquí, bajo la sabia tutela de Fidel y de Martí.

Al votar la Carta Magna iba mi voto por ti, por la Patria, mi familia, mis amigos y por mí, y era tan afirmativo que orgulloso descubrí en mi boleta estampada, sin alternativa: ¡SÍ!…