La Habana, Cuba. – El pecho contra las llamas y el corazón frente al fuego. Donde el deber los reclama van los valientes bomberos. A la enemiga candela hacen frente con denuedo aunque las llamas persistan, aunque se extienda el incendio, los combatientes lo embisten sobreponiéndose al miedo.

El fuego, artero enemigo, se agazapa traicionero, y emboscado en los rincones quiebra el piso, raja el techo, derriba muros, balcones, abre caminos inciertos, de ruina, de polvo y humo, de heridas, de sangre y duelo.

Físicamente capaces, sanos, hábiles, intrépidos, la conciencia los levanta a los sitiales de héroes y los muestra engrandecidos más allá del mar y el tiempo.

Cuba se siente orgullosa de estos jóvenes guerreros que condecora el orgullo de ser cubanos bomberos.