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Somos Cuba: ustedes, nosotros, la historia y este paisaje formidable, que parece un lienzo de la nación, con el mar y la montaña al fondo y en el centro, los viejos hierros del ingenio abrazados a un poderoso jagüey.

Fueron esas de las primeras palabras que el Jefe de Estado cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, pronunciara justo desde Demajagua, en el acto por el aniversario 150 del inicio de las luchas por la independencia de Cuba.

Con la presencia del Primer Secretario del Partido, General de Ejército Raúl Castro Ruz, el Presidente ratificó que fue en ese sitio granmense donde nació la Revolución Cubana, y un siglo después, Fidel marcó su carácter único.

Por supuesto, y lo dijo también Díaz-Canel, que hoy esa misma historia nos exige repasos y aprendizajes, indispensables para el tránsito hacia una nueva etapa de la misma Revolución.

No rendirnos jamás

Allí, en Demajagua, Altar de la Patria donde todo comenzó, nos convocó otra vez la historia el 10 de octubre último.

Allí, frente a la rueda dentada encarcelada en el jagüey, la imponente campana, la tarja que marca el sitio exacto, y junto al General de Ejército Raúl Castro Ruz y el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, estuvo también la evocación a Céspedes, Martí, a Fidel… y otros tantos patriotas que hicieron de la nuestra una Patria libre.

También desde allí, el compromiso, las ganas, las ansias de una generación más joven que juró no defraudar a la mambisa, no claudicar, no traicionar, no rendirse jamás.

Y así, como en estos 150 años, la garantía de una Revolución única y continua que seguirá luchando eternamente, hasta la victoria siempre.