Fue en Copenhague, Dinamarca, el 8 de marzo de 1910. Durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, la combatiente alemana Clara Zetkin propuso y se acordó, una jornada anual de solidaridad internacional de las trabajadoras de todas las naciones, en la lucha por la paz, la democracia y el socialismo.

Nació así, el Día Internacional de la Mujer, por primera vez celebrado en 1911 en Alemania, Austria, Suiza, Dinamarca y Estados Unidos; no fue hasta finales de la década del 40 del siglo XX que en Cuba empezaron los homenajes por esta fecha.

Clara Zetkin, la incansable batalladora, había hecho realidad sus sueños emancipadores y reafirmaba su definición sobre sí misma: “Como el ave tiene que cantar, como los ríos tienen que correr, yo tengo que luchar toda la vida”.

La mujer palabra sencilla y profunda

Muchas son las definiciones sobre la mujer expresadas desde la palabra sencilla y profunda de un obrero, hasta las de líderes revolucionarios que establecen líneas de acción, o aquellas que vienen en los versos firmes y amables de los poetas.

En el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, retomemos algunas; Vladimir Ilich Lenin dijo acerca de las féminas: “Sin ellas no habríamos vencido, o difícilmente habríamos vencido”.

Ana Betancourt, en la carta enviada a la Asamblea de Guáimaro, señaló: “La mujer cubana, en el rincón oscuro y tranquilo del hogar esperaba paciente y resignada esta hora sublime, en que una revolución justa rompa su yugo, le desate las alas”.

Mahatma Ganhi afirmó que “llamar a las mujeres sexo débil es una calumnia; es la injustica del hombre hacia la mujer”; y José Martí escribió: “La mujer, de instinto, divisa la verdad, y la precede”.