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En la pléyade de cubanas que abogaron por las reivindicaciones de la mujer y el niño se inserta la villaclareña María Dámasa Jova Baró, la Musa Villareña.

Negra, poetisa y pedagoga, fundadora de las revistas con perfil pedagógico Ninfas y Umbrales, maestra que abriera una imprenta como taller vocacional para niños pobres, aquella mujer desafío su tiempo desde el aula y la tribuna pública y luchó contra un régimen discriminatorio.

Su primer libro fue Arpegios íntimos, con el cual alcanzó mención honorífica del Jurado Superior de Recompensas, de la Exposición Iberoamericana, efectuada en España.

María Dámasa Jova Baró, fallecida el 11 de febrero de 1940, no tuvo nunca en sus manos la Medalla de Oro que los españoles le enviaran, pues la Aduana cubana le exigió altos impuestos imposibles de cubrir por quien fuera mujer, pobre y negra.

Todo para los niños

En numerosos concursos literarios participó la poetisa y pedagoga cubana María Dámasa Jova, dedicando los premios a los niños de escasos recursos económicos.

En su humanitaria labor, los fondos recaudados por la venta de los libros, los destinaba a los enfermos y a los pequeños del Dispensario El Amparo.

También se destacó en su posición a favor de la unión de las mujeres y un año antes de morir, en el Congreso Nacional Femenino de 1939 presentó la ponencia La situación de la mujer negra en Cuba, su problema social, cultural y económico.

En esa etapa asistió al Congreso Internacional Americano de Maestros con la ponencia El educador al servicio de la democracia y de la paz; María Dámasa Jova fue propuesta como representante de las mujeres en la Constituyente de 1940, pero su partido redujo escaños y ella fue excluida.