El 23 de diciembre de 1956  era el cuarto domingo que pasaban en Cuba los expedicionarios que sobrevivieron al desembarco del yate Granma.

Hasta el día 15 de ese mes, las fuerzas de la tiranía habían capturaron a 17 hombres de los que llegaron a Cuba el 2 de diciembre. Juan Manuel Márquez, segundo jefe de la expedición del Granma, estaba entre los que se quedó solo en medio de la dispersión ocurrida en Alegría de Pío.

Entonces comenzó para él un agónico peregrinar por los campos de caña, mientras su estado físico se deterioraba de un día en otro, a causa del hambre, la sed y el cansancio. 13 días después del desembarco, Juan Manuel fue capturado en el lugar conocido como Estacadero y luego lo asesinaron cerca de San Ramón.

Otros 21 murieron, en su mayoría asesinados, por connotados esbirros de la tiranía de Fulgencio Batista.

Larga lucha en defensa de la Patria

Desde muy joven, Juan Manuel Márquez  luchó por el bienestar de Cuba. Cuando estudiaba en el Instituto de Segunda Enseñanza de Marianao, ingresó al Sector Radical Estudiantil y creó el periódico titulado Radical, que duró poco, pues cuando el dictador Gerardo Machado supo de esa publicación ordenó eliminarla y Márquez fue sometido a juicio.

Con solo 16 años lo  condenaron a una década de prisión, en el Presidio Modelo de Isla de Pinos, donde era el preso más joven.

Al caer el tirano, Juan Manuel asumió la Secretaría General del Sector Estudiantil, en el año 33 y creó el periódico Catapulta, donde expuso sus ideas políticas.

Cuando Eduardo Chibás creó el Partido Ortodoxo, el joven marianense integró sus filas y desde ahí  luchó con fuerza, para tratar que se castigara el asesino del líder azucarero Jesús Menéndez.

Nada impidió defender nuestro ideal

En los días que el joven abogado Fidel Castro salió del Presidio Modelo, donde cumplió condena por el asalto al cuartel Moncada, Juan Manuel Márquez fue muy golpeado por la policía e ingresó en una clínica, donde lo visitó el líder del Movimiento 26 de julio.

Ese día definió el ingreso de Márquez en la organización y luego se unieron en México, para preparar la expedición del Granma.

Antes de ir a ese país dijo: ni el presidio, ni el peligro de morir a cualquier hora, serían motivo para que deje de defender los ideales por los que han caído en el camino mis mejores compañeros.

En abril del año 59, Fidel homenajeó a Juan Manuel en el Parque Central de New York y dijo: Al hablar aquí hoy, mi pensamiento se eleva hacia aquel que fue mi compañero en esta jornada, aquel orador que hacía poner de pie a la multitud: Juan Manuel Márquez.